« Télévision un espace pour débattre »

Elecciones Europeas

REPORTAJE

Frente a frente en el plató europeo

Los candidatos del PSOE y del PP se medirán ante las

cámaras en tres debates que no han requerido especial

preparación

LOLA GALÁN - Madrid

EL PAÍS | España - 30-05-2004

Cuando el martes próximo, a las 21.10, el socialista José

Borrell tome asiento en el plató de Tele 5 frente a su

oponente popular Jaime Mayor Oreja, para participar en el

primero de los debates televisivos programados, habrá sonado

la hora clave de la campaña al Parlamento Europeo, que

culminará en las urnas el 13 de junio. Una campaña importante

para los partidos pese a que estos comicios no suelen

apasionar a los electores. Sólo un 48% de los 34,7 millones de

españoles convocados a las urnas se declaran decididos a

votar, según la última encuesta de la Eurocámara, que en la

nueva legislatura tendrá 732 diputados de 25 países, entre

ellos 54 españoles.

De hecho, el fantasma de la abstención ha impulsado a los dos

principales contendientes a aceptar los debates, precedidos

por una larga y procelosa negociación, con la mira puesta en

movilizar a los votantes. Porque los socialistas, que parten

como favoritos, aspiran a revalidar la victoria del 14-M,

despegándose definitivamente de la tragedia del 11 de marzo. Y

los populares intentan conjurar en las urnas un temido

desplome.

Así las cosas, los dos pesos pesados, José Borrell, ex

ministro socialista, de 57 años, y Jaime Mayor Oreja, ex

ministro popular, de 53 años, debatirán en la pequeña pantalla

los dos modelos de Europa que representan sus respectivos

partidos. "Los ciudadanos tienen derecho a ver a sus

candidatos debatir las cuestiones europeas", explica un asesor

de Mayor Oreja. Sobre todo porque ambos han "vivido alejados

de la política nacional los últimos años". Este mismo asesor

asegura que Mayor no ha preparado especialmente estos debates,

"porque lo importante es que se presente tal y como es, con

toda naturalidad, sin estrategias preconcebidas". Tampoco en

el PSOE están sometiendo a Borrell a entrenamientos

especiales. "Él tiene muchísima experiencia, porque intervino

en diversos cara a cara, en las elecciones de 1993 como en las

del 1996", dice Óscar López, coordinador adjunto del comité

electoral federal. "Ha estado un poco alejado de la política

española, pero ha intervenido muy de cerca en la construcción

europea, sobre todo en los dos últimos años", añade. Y de

Europa se trata. El estilo más bien agresivo del candidato, su

facilidad de palabra y sus tablas desempeñarán un papel, desde

luego. Aunque Julio de Benito, periodista y jefe de prensa

personal de Borrell, asegura que de la imagen externa del

candidato nadie se ocupa. "Él es un buen comunicador, pero

luego cómo se viste, si se pone una camisa azul, o de otro

color, eso es cosa suya. Es un asunto demasiado personal para

intervenir. Así ocurre que unas veces sale mejor que otras".

De Benito reconoce que preparar un debate en televisión es

como preparar un examen. "Pensamos incluso, en el comité

electoral, hacer un grupo para ayudarle, pero luego decidimos

que no era necesario. Estudiamos los temas que pueden salir en

el debate, porque esta campaña tiene un problema esencial, la

falta de tiempo. Borrell tiene actos en las 17 comunidades

autónomas, y eso es mucho".

De todos modos, que nadie piensa en esquemas a la americana.

"No nos hemos dedicado a visionar otros debates, ni españoles

ni extranjeros", dice De Benito. "Lo que hacemos es a escala

española, mucho más artesanal". Tanto en el PP como en el PSOE

hablan de "credibilidad" y "solvencia", cuando se refieren a

los puntos fuertes de los dos cabezas de lista, que tendrán el

1 de junio el primer banco de prueba ante las cámaras. De

ellos depende que el debate sea seguido por millones de

espectadores o por unos centenares de miles.

Nadie ha olvidado el impacto de los dos cara a cara celebrados

en 1993 entre el entonces presidente del Gobierno, Felipe

González, y el aspirante a La Moncloa, José María Aznar. La

primera de las citas, la noche del 24 de mayo, ante las

cámaras de Antena 3 la ganó el aspirante. El moderador del

debate, el periodista Manuel Campo Vidal, recuerda los

difíciles prolegómenos de la cita. "Había secretarios de

Estado midiendo las dimensiones del plató, la altura de sillas

y mesas. Los del PP midieron a Felipe González, y decidieron

que el debate debía ser con los dos invitados sentados. Creo

que los debates eran una novedad en España y los partidos

desconfiaban bastante del medio". Al final ganó Aznar, ante

una audiencia media de 10 millones de espectadores, con picos

de 14 millones. Más o menos la misma que obtuvo el segundo y

decisivo cara a cara en Tele 5. El moderador, el periodista

Luis Mariñas, no ha olvidado que aquel debate "paralizó el

país, y le sirvió a Felipe González para recuperar energías y

movilizar a su partido". Mariñas recuerda la tensión que se

palpaba en el ambiente. "Fui a recoger primero a Aznar, porque

era el aspirante, y luego al presidente González, y durante el

trayecto, los dos me hablaban a mí, pero no se hablaban entre

ellos". Ese segundo round lo perdió Aznar, que hubo de esperar

hasta 1996 para ganar las elecciones. Y es que el debate

entraña riesgos difíciles de medir. De momento, los dos

adversarios políticos confían en su experiencia política y en

sus conocimientos de Europa. "Mayor Oreja ha liderado consejos

de ministros europeos del Interior, y la euroorden es

prácticamente obra suya", dice el mismo asesor. En cuanto a

Borrell, lleva 10 años en Bruselas y conoce a fondo los

entresijos de la política comunitaria.

Está por ver el grado de agresividad que alcanzará este cara a

cara. Si Borrell se dirigirá a su oponente llamándole "señor

Mayor", explotando con mordacidad el significado del apellido.

Y si Mayor Oreja intentará por todos los medios recordar a su

contrincante que pertenece al viejo felipismo, olvidando quizá

que la disputa está en los modelos de Europa.