« L’Espagne st la destination privilégiée de l’immigration »

Elecciones Europeas

REPORTAJE

Un problema de medio millón de inmigrantes irregulares

al año

España se convirtió en 2003 en el primer destino de las

personas que pretenden instalarse en Europa

TOMÁS BÁRBULO - Madrid

EL PAÍS | España - 29-05-2004

Cada año entran irregularmente en Europa medio millón de

inmigrantes, según el Centro Internacional para el Desarrollo

de Políticas Migratorias. Para hacer frente a ese flujo, que

se incrementa año tras año, tanto la UE en conjunto como

varios de sus países miembros han endurecido las políticas de

inmigración y asilo.

España, donde residen unos 800.000 sin papeles, se convirtió

el año pasado en el primer destino de los inmigrantes llegados

a la UE: casi uno de cada cuatro (el 22,9%) se instaló en el

país, según la oficina de Estadística de la Unión,

Eurostat.Por eso, las resoluciones que adopte el Parlamento

Europeo en este asunto durante la próxima legislatura

afectarán a España de manera fundamental.

Numerosos informes afirman que la UE necesitará 650.000

inmigrantes anuales durante las próximas dos décadas. Pero,

dado que los diez países que acaban de incorporarse a la Unión

suministrarán 250.000 cada año, la demanda queda reducida a

400.000.

Hasta el momento, la opinión pública respalda el modo en que

la Comisión Europea ha abordado la inmigración. El 56% de los

europeos reconoce que los extranjeros son necesarios en

ciertos sectores económicos, y el 66% desea para ellos los

mismos derechos que disfrutan los ciudadanos comunitarios.

Pero, al mismo tiempo, una aplastante mayoría, el 80%, es

partidaria de reforzar los controles fronterizos, según el

Eurobarómetro de marzo.

A pesar de esta sintonía global con las instituciones, la

política de Justicia e Interior de la UE avanza lentamente.

Los motivos pueden hallarse en la letra pequeña del mencionado

Eurobarómetro. Mientras el 86% de los españoles son

partidarios de otorgar a los inmigrantes los mismos derechos

que les asisten a ellos, sólo el 50% de los alemanes respaldan

esa opinión. De ahí que sea el Gobierno alemán el que pone más

obstáculos cuando el Consejo Europeo intenta adoptar normas

comunes de asilo o establecer el estatuto de inmigrante de

larga duración.

Cuatro iniciativas abordadas el año pasado hacen pensar que la

política europea deriva hacia el cierre de fronteras: la

directiva de asilo, la de reagrupación familiar, la agencia de

control de fronteras y los acuerdos con otros países para

repatriar a los sin papeles.

La primera es la más llamativa, pues pretende rechazar

sistemáticamente a los demandantes de asilo que procedan o

hayan transitado por países considerados "seguros". La lista

definitiva de esos países aún no ha sido confeccionada, pero

se baraja la posibilidad de incluir en ella a todos los

firmantes de la Convención de Ginebra.

La reagrupación familiar sólo abarcará a las parejas de hecho

reconocidas por el país receptor. La agencia de control de

fronteras coordinará y financiará con 30 millones de euros los

vuelos conjuntos para expulsar a sin papeles. En cuanto a los

acuerdos internacionales de repatriación, hasta el momento

sólo han sido firmados con Hong Kong, Sri Lanka, Macao y

Albania, aunque se negocian otros. A todo esto hay que añadir

la discutida exigencia de visados con datos biométricos

(huellas dactilares y características físicas) para entrar en

la UE.

El Gobierno del PP participó en algunas repatriaciones

conjuntas a países del Este y en la denominada Operación

Ulises: barcos y fuerzas de seguridad de cinco países

patrullaron durante ocho días el Mediterráneo occidental para

interceptar embarcaciones cargadas de inmigrantes irregulares.

El despliegue costó un millón de euros y terminó en fracaso.