« Incertitude sur la constitution »

Europa acude a las urnas sin la certeza de un acuerdo sobre su futura

Constitución

ABC | 13 de junio de 2004 | ENRIQUE SERBETO. CORRESPONSAL

Otra novedad es que se ha llegado al consenso de que el próximo

presidente de la Comisión Europea pertenezca al grupo político más numeroso

BRUSELAS. Los ciudadanos de la Unión acuden hoy a las urnas para elegir

a los diputados de la sexta legislatura del Parlamento Europeo, por

primera vez con la participación de 25 países. Sin embargo, la cita

electoral ha llegado antes de que los dirigentes políticos se hayan

puesto de acuerdo sobre un Tratado Constitucional que en teoría debe

regir los destinos de todas las instituciones comunitarias, Parlamento

incluido, y que sigue en el alero a la espera de lo que decida la

próxima cumbre de presidentes y jefes de Gobierno.

Algunos países (Holanda, Reino Unido, Italia, Irlanda, Letonia.,

Republica Checa y Malta) ya han votado porque su tradición electoral no

acostumbra a hacerlo en domingo, mientras que el resto lo harán hoy. Por

lo demás, las elecciones europeas de hoy serían un ejemplo planetario de

democracia, si no fuera por el escaso entusiasmo que despiertan entre

los votantes. Según el último estudio realizado por el propio Parlamento

Europeo, en toda la Unión el número de ciudadanos que prevén acudir a

votar rebasa por los pelos la mitad del censo (el 52 por ciento) y eso

teniendo en cuenta que hay países como Bélgica o Italia donde depositar

el voto es una obligación legal. El Parlamento se consuela al constatar

que el interés ha venido aumentando desde el 49 por ciento a finales de

mayo o el 45 por ciento que revelaba la primera encuesta hace un mes.

Llama la atención que para ser la primera vez que acuden a estas

elecciones, de los nuevos miembros que ingresaron el primero de mayo,

solamente la mitad -Chipre, Malta, Hungría, Lituania Letonia- tienen

índices similares a la media, mientras que los demás están por debajo.

Eslovaquia o la República Checa mantienen niveles excepcionalmente bajos

y en Polonia se ha dado la paradoja de que la previsión de abstención ha

llegado a aumentar a medida que avanzaba la campaña. Además, en la

mayoría de los países los debates internos han pesado más que la

discusión europea.

Contribuir al entusiasmo

Pensando que si se hubiera aprobado a tiempo el Tratado el entusiasmo de

los ciudadanos habría aumentado, la presidencia irlandesa hizo público

el jueves un último texto del proyecto en el que aun no se habla de las

cuestiones institucionales, sobre todo del reparto de votos, porque es

lo que falta por decidir, pero mantiene la evidente intención de enviar

una señal positiva al electorado. Con la Constitución el Parlamento

Europeo aumenta sus poderes, especialmente en la negociación del

presupuesto comunitario en la que tendrá derecho de veto, pero todavía

no se sabe si esta reforma llegará a ser una realidad o cuándo será

ratificada por todos los países. Para Iñigo Méndez de Vigo, eurodiputado

popular y uno de los redactores de la Constitución, si el Tratado se

hubiera cerrado ya «habría sido lo ideal, y hacer, como pretendía el

Gobierno popular, el referéndum en el mismo día de las elecciones. No

pudo ser porque no hubo acuerdo, pero habrá que hacer el referéndum

porque es necesario».

Cambio en España

Rosa Díez, numero dos de la lista socialista española, también opina que

«ha sido una pena que no se aprovechara la oportunidad de la Presidencia

italiana para elaborar la Constitución, pero me pongo en la parte

positiva, que es que creemos que se ha desbloqueado» con el cambio de

Gobierno en España. Rosa Díez también opina que debe someterse a

referéndum y por ello cree que «ésta va a ser la legislatura de la

Constitución, a la vez que nos adaptaremos los 25 países, aunque si no

se aprueba en la presidencia irlandesa, creo que tendremos un problema».

Otra de las novedades de estas elecciones es que se ha llegado al

consenso de que el próximo presidente de la Comisión Europea pertenezca

al grupo político más numeroso, que era el Popular en la pasada

legislatura y que muy probablemente volverá a serlo si se cumplen las

encuestas. «Si yo fuera el presidente de turno del Consejo» -opina

Méndez de Vigo- lo tendría muy en cuenta porque de otro modo se puede

encontrar con la opinión en contra del Parlamento».

Es muy posible que los ministros de Asuntos Exteriores que se reúnen el

lunes en Luxemburgo puedan utilizar los resultados electorales para

empezar en serio una negociación que hasta ahora no ha hecho más que

girar en redondo sin perspectivas claras. A los electores no se les pide

hoy que elijan también al Presidente de la Comisión, pero existe la

certeza de que el sentido del voto mayoritario no podrá ignorarse como

hasta ahora en aras de las componendas entre Gobiernos.